La presencia
No debería ser yo quien desvelara las atrocidades que se cometen a diario entre los hombres, y destapar sus más recónditos secretos ocultos bajo miradas inocentes, de buen hacer, aparentando ser verdades absolutas, bajo palabras adornadas y mentiras a flor de piel. No debería ni siquiera menospreciar a quien dice no haber intentado camuflarse bajo la expectativa señalada ahuecando el ala. Yo soy el mandatario de esas verdades nacidas en los más profundo de sus mentes, no hay nadie más que someta al hombre a llevar una vida de poder, a saberse único, relevante, magnífico, único. Me satisface pensar que los humanos no son inútiles, rastreros a merced de buenas acciones. Que tienen alas para volar alto, que saben seducir, mimar, engañar, adular, saciar esa ansia innata sosteniéndoles en la cumbre. Me satisface angelicalmente, bajo las alas que me cubren el cuerpo ensangrentado, rojizo, con ojos encendidos. Soplidos de un mundo carnal, vivaz, chispeante, ahumado, cubierto de pólvora a punto de explotar. Soy yo el causante de los caminos divergentes, de las dudas, de las ruedas tentativas, de transformar la vida en algo bello, digno de ser palpado, absorbido, mimetizado en gestos de cordialidad. Son esas ofrendas las que expongo, otorgo y doy sin remisión, no debería hacerlo, pero la tentación me puede, me llena, hacía un estado sublime, arriesgado, porque el riesgo me gusta. No me tientes, porque serás el próximo en caer, y quizás cuando lo pruebes decidas nunca más dejarme. Tu voz persuasiva te llama. Siempre estoy dispuesta para postrarme a tus pies. Y los hombres me llaman el mal, ¡Inocentes!.
Acabo de descargarme la revista MINATURA de la que formo parte del nº 124 (enero- febrero, 2013 # 124 Revista Digital miNatura pag. 70) incluido en la página de referencia.
Me encanta después de haber medio ojeado la revista que hay personas a las que admiro. Paloma Hidalgo, Sara lew, Patricia Nasello, Ana María shua, Sandra Montelpare (traducción)…. Le he dado una ojeada rápida y no he visto más, seguro que alguno se me escapa. Ya los iré añadiendo. Todo un regalo.
Enhorabuena por tu cuento, que me encanta, y por la publicación. Es un lujo compartir número contigo, con Paloma Hidalgo, Patricia Nasello... y seguro alguno más que a mí también se me escapa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenas Sara. Estoy muy contento. Aunque he decirte que cuando tomé la decisión de enviar algo, no supe que hacer. Me senté frente al ordenador y después de tres días dejé por zanjada la historia. Ahora la leo y me dan ganas de cambiar algunas frases. Pero, bueno se puede leer. Para el próximo número hay más tiempo, ya pensaré el que con detenimiento y a ver que surge. De todas me alegra que te haya gustado, es la mejor satisfacción que uno se lleva cuando escribe lo que sea. Claro, con sentido...
EliminarSaludos cordiales
Un abrazo.
Vale, póstrate a mis pies y llévame contigo. Si puede ser a Suiza, tengo ganas de abrir una cuenta.
ResponderEliminarAbrazos.
Todos tenemos parte de esa esencia, una mezcla de bien y mal.Lo que pasa que este del texto, es pura esencia. Vamos a dejarlo como está y a seguir siendo lo que somos. Es mejor.
EliminarSaludos cordiales.
Fco