Realidad alterada
Se mira frente al espejo de forma meticulosa. Tanto que sus ojos se posan delicadamente en el hombro de la imagen reflejada. Allí los deja descansar durante unos minutos, para de seguida continuar llevándolos por todo el espejo. Se mira una y otra vez, sin reconocerse. Su marido está a escasos metros, mirándola como se desenvuelve. Ella gira la cabeza y llamándole le pregunta, ¿quién es esa que hay ahí?. El marido desencajado se acerca con los ojos encharcados en lágrimas. Mujer, eres tú. ¡No!, le contesta tajante. Esa que hay ahí murió hace muchos años. Es mi hermana Sebastián,¡mírala!, ¿no lo ves?. Vencido, se sienta de nuevo en la silla, mientras ella sigue con el convencimiento de una realidad alterada, de la que nunca más va a salir. Sonríe a la imagen, proyectando su parte más tierna y le dice al hombre que hay a su lado. ¿Sabe dónde está mi marido?.
Todo un regalo de Juanlu, que ha ilustrado este micro. Mi más sincera enhorabuena por su trabajo, inspiración y entrega por darle vida a las palabras que escribimos todos los que nos acercamos a su creatividad ilustradora.
En su página dididibujos.blogspot.com (blog) se puede disfrutar aun más de todas sus creaciones.
Un abrazo.
Un abrazo.
Si pincháis en la imagen de la columna de la izquierda os llevará a la página de Juanlu.
El espejo devuelve, hecha añicos, su memoria.
ResponderEliminarEmotivos abrazos.
Sí. Pedazos de su vida inerte, que aun respira. Melancólicos encuentros olvidados, alterados por el paso del tiempo. Ausencia...
EliminarSaludos
Triste y conmovedor relato sobre el repentino fallecer de la memoria.
ResponderEliminarMe quedo por aquí leyendo tus textos, con tu permiso claro.
Un saludo.
Se bien recibido en este pequeño espacio Jorge. Ya nos iremos viendo por aquí. Me encanta que te haya gustado.
EliminarSaludos